La semilla de ajonjolí blanco, también conocida como sésamo, sin cutícula, se caracteriza por su color uniforme, sabor suave y textura delicada. Proveniente de Jalisco, este ajonjolí ha sido descascarado para ofrecer una experiencia más limpia al paladar y una mejor integración en recetas dulces y saladas. Es ampliamente utilizado en panadería, repostería, cocina asiática, aderezos, salsas y como topping, aportando notas ligeramente tostadas y una excelente presentación. Al no contener cutícula, mejora la digestibilidad y la consistencia visual en preparaciones de alta calidad.